La transversalidad del conocimiento es un concepto que está en boga en el mundo académico, especialmente en el anglosajón. Desde hace años se han venido creando departamentos y plataformas cuyo objetivo es buscar una comprensión más amplia de este mundo cada vez más plural, más multidisciplinar.
Parece existir un acuerdo tácito en el pensamiento dominante que entiende que el saber humano está bien diferenciado entre dos partes, concretamente entre las ciencias y las letras. La idea de que existen estas “dos culturas” —término acuñado por C.P. Snow en una conferencia impartida en Cambridge en 1959, en la que apuntó que la ruptura entre la ciencia y las artes era uno de los principales inconvenientes para la resolución de los problemas del mundo—se remonta a tiempos de la ilustración.
Raquel Lanseros ha convertido su pasión sobre este tema en una de sus líneas de investigación, lo que la ha llevado a impartir varias conferencias al respecto. A ello, precisamente, se dedicó la tarde del viernes. A preguntarnos si esta categorización de los conocimientos acaso no va en detrimento de la comprensión de la realidad cambiante y poliédrica del mundo. A cuestionarnos si realmente es tan profundo el abismo entre dos disciplinas, concretamente la Ciencia y la Poesía, cuyos mayores logros y avances se deben al desarrollo de la creatividad. A analizar sus similitudes y diferencias.
Si como apuntó Raquel Lanseros, los humanos somos seres homopoeticus, si la poesía está contenida en todas las cosas ¿de qué no hablamos cuando hablamos de poesía?
El encuentro se alargó bastante más tiempo del previsto, aun así nos quedamos con ganas de seguir ahondando en este y otros temas íntimamente relacionados que fueron surgiendo a lo largo de la tarde. Nuestro agradecimiento infinito a Raquel Lanseros por su talento, erudición, oratoria, magnetismo y cariño. Gracias también a todas las personas que participaron en el encuentro cuyas aportaciones fueron valiosísimas.